Ríos de tinta se han escrito sobre el supuesto “asma crónico” que sufría Antonio Vivaldi. Se sabe que nació prematuro y hay numerosos documentos que nos hablan de su “opresión en el pecho”, de su debilidad desde niño y era incapaz de hacer grandes esfuerzos, pues se cansaba. Recientes estudios apuntan a que probablemente tendría una “hipoplasia pulmonar” lo que le produciría una incapacidad para hacer una vida normal. Él mismo en una carta escrita decía lo siguiente: “No he dicho misa por espacio de 25 años y no tengo intención de volver a hacerlo, no por causa de prohibición u ordenanza alguna, sino por mi propia voluntad, a causa de una enfermedad que he sufrido desde la infancia y que todavía me atormenta. […] Por esta razón vivo casi siempre en interiores y nunca salgo si no es en góndola o carruaje, ya que no puedo caminar sin sentir dolor y opresión en el pecho”

